En Formación Profesional la evaluación debe centrarse prioritariamente en aprendizajes relacionados con el “saber hacer” y en el “saber estar”, de manera que los comportamientos que debemos practicar y evaluar en las aulas deben ser lo más parecidos a los que posteriormente desarrollarán en el puesto de trabajo real. Por ello, estas habilidades que queremos valorar requieren de un sistema de registro del trabajo del alumnado que facilite la labor calificativa del docente.
Ello unido a la necesidad que nos plantea la normativa dictada en la ORDEN de 3 de junio de 2020 por la que se regula el derecho del alumnado a una evaluación objetiva, las rúbricas de evaluación se tornan como método eficaz de registro para la evaluación en Formación Profesional.
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