Para la UNESCO, la educación integral en sexualidad es un proceso de enseñanza y aprendizaje que debe abordar aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales. Numerosos organismos internacionales abogan por que el alumnado reciba educación afectivo-sexual en los centros educativos, ya que consideran que este tipo de formación es la base para lograr la igualdad social y de género, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El curso pretende facilitar conocimientos, proponer estrategias concretas para el desarrollo de contenidos y contribuir desde las aulas a la erradicación de la violencia de género así como de cualquier otro tipo de violencia.
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